martes, 13 de diciembre de 2016

Psicomotricidad en el niño

La psicomotricidad ayuda a mejorar la mente  y el cuerpo.

El ejercicio físico es básico para el aprendizaje y la adaptación general del niño al ambiente en el que se desarrolla. Entre otras razones, porque el ejercicio es un medio para practicar, poner en acción, entrenar, realizar, usar y/o mejorar nuestras actividades. Es más, el ejercicio es una parte natural de la vida, por lo que deberíamos incluirlo conscientemente en nuestra rutina diaria.

El aprendizaje, el pensamiento, la creatividad y la inteligencia no son procesos propios del pensamiento únicamente, sino de todo el cuerpo. Ayudar a que cuerpo y mente se alíen en beneficio del rendimiento intelectual puede resultar una tarea muy positiva, además de sencilla. La psicomotricidad se entiende como una práctica que favorece el desarrollo global de la persona a través del cuerpo y de su movimiento libre y espontáneo en sus interacciones físicas, simbólicas y cognitivas con el medio.
La práctica psicomotriz está pensada para que el niño sienta el placer de actuar y llegue al placer de pensar y de pensar más allá de la acción; actualmente predominan dos modelos de intervención: la psicomotricidad dirigida (basada en un enfoque más tradicional que pone énfasis en el desarrollo global de la persona, así como en los aspectos motores y cognitivos) y la vivenciada (centrada en la actividad motriz espontánea).

Desconocido, La psicomotricidad en el desarrollo infantil, s.f.


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